"La Etnoagronomía busca construir puentes entre el conocimiento científico y los saberes tradicionales", Artemio Cruz

* En el contexto de la realización del Seminario de Etnoagronomía en Chapingo, la maestra Lucía Herrera Pozos presentó una magnífica relatoria del contenido del libro "Etnoagronomía. Utopía y alternativas al desarrollo", compilado por el Dr. Artemio Cruz León y Arturo Franco Gaona, editado por la Universidad Autónoma Chapingo.

EDUCACIÓN21/10/2025 Lucía Herrera Pozos
IMG20251021110358

Agradezco profundamente la invitación para participar en la presentación del libro Etnoagronomía. Utopía y alternativas al desarrollo, del doctor Artemio Cruz León, publicado por la Universidad Autónoma Chapingo.

Es un verdadero honor compartir este espacio dedicado al conocimiento, a la tierra y a las raíces de nuestros pueblos.

Saludo con afecto y respeto al doctor Artemio Cruz León, a las y los autores que participan en esta obra, a los organizadores del evento y a todas y todos los presentes, interesados en reflexionar sobre la ciencia, el campo y los saberes de nuestras comunidades.

Eventos como este no solo celebran la publicación de un libro; también celebran la posibilidad de pensar el campo mexicano desde nuevas perspectivas, con esperanza y compromiso.

 17610458943286607946745882913795

El doctor Artemio Cruz León es un académico con una sólida trayectoria dentro de la Universidad Autónoma Chapingo, especialmente en el Posgrado en Desarrollo Rural.

A lo largo de su carrera ha trabajado incansablemente por reconocer y valorar los saberes agrícolas tradicionales desde una mirada científica, crítica y profundamente humanista.

Su pensamiento se inspira en el legado del doctor Efraím Hernández Xolocotzi, uno de los grandes referentes de la agronomía mexicana.

Hernández Xolocotzi defendía que la agricultura campesina no es atraso, sino sabiduría acumulada,

y que ese conocimiento —sobre la tierra, el agua y las semillas— forma parte del patrimonio cultural y científico de nuestros pueblos.

El doctor Cruz León ha retomado esa herencia y la ha hecho dialogar con las corrientes contemporáneas de la agroecología, la sociología rural y las epistemologías del Sur.

Su propuesta de Etnoagronomía busca construir puentes entre el conocimiento científico y los saberes tradicionales, en un diálogo respetuoso y transformador.

Este libro nace precisamente de ese proceso.

Es el resultado de años de trabajo colectivo con colegas y estudiantes del posgrado, quienes realizaron investigaciones en distintas regiones del país: Yucatán, Oaxaca, Veracruz, Morelos, Guanajuato, Hidalgo y el Estado de México.

De esos trabajos surgió el modelo etnoagronómico, una propuesta que combina teoría, metodología y práctica en campo, integrando la voz de los campesinos como protagonistas del conocimiento.

El resultado de ese esfuerzo es esta obra: Etnoagronomía. Utopía y alternativas al desarrollo, publicada por Chapingo en 2021.

El libro está compuesto por 15 capítulos, divididos en dos grandes secciones.

La primera parte, de carácter teórico, desarrolla los fundamentos conceptuales y epistemológicos del enfoque etnoagronómico, las etnociencias y las alternativas al desarrollo.

La segunda parte, de carácter aplicada, presenta estudios de caso en comunidades rurales que ponen en práctica esta metodología.

Participan 21 autores, entre profesores, investigadores y estudiantes de la Universidad Autónoma Chapingo.

Entre ellos destacan Ranulfo Cruz Aguilar, Joel Cervantes Herrera, Miguel Ángel Damián Huato, Pío Giovanni Chávez Segura, Jorge Duch Gary, Eliseo Rosales Bustamante, Dora María Sangerman Jarquín, entre otros.

La revisión académica fue realizada por la doctora Alba González Jácome, quien añadió notas y reflexiones que fortalecen el contenido del libro.

No se trata de un texto escrito desde un escritorio o un laboratorio, sino de una obra nacida del territorio, del diálogo directo con las comunidades y de la práctica cotidiana del trabajo rural.

Por eso, más que un texto académico, es una experiencia colectiva de conocimiento.

 IMG20251021113717

También es importante destacar la participación de las mujeres en esta obra.

De los 21 autores, cuatro son mujeres, lo que representa alrededor del 19 % del total.

Aunque la presencia femenina en las ciencias agrarias sigue siendo minoritaria, su aportación resulta fundamental y enriquecedora.

Asimismo, vale la pena destacar la diversidad y profundidad del aporte de las autoras que participan en esta obra.

Alba González Jácome ofrece una reflexión teórica y epistemológica que fortalece el fundamento crítico de la etnoagronomía y su vínculo con las epistemologías del Sur.

Dora María Sangerman Jarquín aporta una mirada aplicada sobre la producción sustentable y el papel central de las mujeres campesinas en la transmisión de saberes.

Por su parte, Beatriz Daniela Armendáriz Mendieta recupera los conocimientos agrícolas mayas en torno a la milpa, mientras que Anabel Martínez López analiza los procesos de aprendizaje y educación campesina que mantienen viva la memoria agrícola.

En conjunto, sus trabajos enriquecen el libro con una visión integral, sensible y profundamente humanista, que articula la ciencia con la vida cotidiana de los pueblos.

 El libro parte de una pregunta fundamental:

¿Es posible construir una ciencia agrícola propia, desde nuestros pueblos, sin depender del modelo occidental del desarrollo?

A partir de esa pregunta, los autores realizan una crítica profunda al concepto de desarrollo.

Desde el discurso de Harry Truman en 1949, el desarrollo se presentó como una meta universal: los países “subdesarrollados” debían modernizarse siguiendo el modelo industrial de Occidente.

Pero como advierten autores como Wolfgang Sachs, Alberto Acosta, Eduardo Gudynas y Arturo Escobar, esa idea del desarrollo se convirtió en un mito que justificó la dependencia económica, la homogeneización cultural y el deterioro ambiental.

Frente a ello, este libro propone pensar más allá del desarrollo.

Propone alternativas civilizatorias, inspiradas en las cosmovisiones indígenas y campesinas, donde la vida no se mide por el crecimiento económico, sino por la armonía con la naturaleza, la equidad y la cooperación.

Se recuperan conceptos como el Buen Vivir, la comunalidad y el etnodesarrollo, para pensar una sociedad donde el bienestar no esté separado del entorno, y donde el conocimiento sirva para liberar y no para dominar.

 La Etnoagronomía es el corazón de esta obra.

Se define como una etnociencia —o ciencia endógena— que estudia los saberes agrícolas de los campesinos e indígenas: sus sistemas de cultivo, el manejo del suelo, del agua, de las semillas, del bosque y de la biodiversidad.

Pero más allá de estudiar, busca aprender de ellos, reconocer su lógica, su racionalidad ecológica y su visión integral del territorio.

Este enfoque propone un diálogo horizontal entre la ciencia moderna y el conocimiento tradicional, donde ambas partes se enriquecen mutuamente.

Y nos recuerda que la ciencia también se produce en la milpa, en la parcela y en la comunidad.

En este punto, el libro también nos invita a reflexionar sobre las consecuencias históricas de la Revolución Verde,

un proceso que impuso en el campo mexicano tecnologías externas —como los fertilizantes, los monocultivos y las semillas híbridas—,

y que, si bien incrementó temporalmente los rendimientos, provocó dependencia, erosión de suelos y pérdida de diversidad cultural y biológica.

Frente a ese modelo tecnocrático, la Etnoagronomía rescata experiencias campesinas como el sistema milpa, donde conviven el maíz, el frijol, la calabaza y una gran variedad de plantas y saberes asociados.

La milpa no solo es un sistema agrícola, sino una expresión viva de conocimiento ecológico complejo, donde se combinan principios científicos de diversidad, complementariedad y resiliencia con una cosmovisión tradicional profundamente simbólica.

En ella se muestra que la verdadera sustentabilidad surge del encuentro entre la ciencia moderna y la sabiduría ancestral,

una combinación que el libro defiende como base de una nueva ciencia campesina y latinoamericana.

En este sentido, el libro se nutre de un amplio marco teórico latinoamericano y crítico.

Entre los autores más citados destacan Efraím Hernández Xolocotzi, como fundador de la etnoagronomía mexicana y principal inspiración metodológica; Boaventura de Sousa Santos, con su propuesta de las Epistemologías del Sur; y Arturo Escobar, Eduardo Gudynas y Alberto Acosta, cuyas ideas sobre el posdesarrollo y el Buen Vivir orientan la búsqueda de alternativas al modelo occidental de progreso.

También se retoman los aportes de Enrique Leff y Víctor M. Toledo, que articulan la dimensión ambiental y ecológica del conocimiento, junto con pensadores como Bonfil Batalla y Paulo Freire, quienes resaltan la importancia cultural y pedagógica del saber campesino.

En conjunto, estos referentes permiten comprender la etnoagronomía como una propuesta epistemológica situada, decolonial y profundamente humanista, que busca reconocer el valor científico y vital de los conocimientos locales.

Por eso, la Etnoagronomía no solo es un método, sino una posición ética y política frente al conocimiento.

Afirma que todo saber tiene un contexto cultural, y que la verdadera ciencia debe servir para fortalecer la autonomía y la dignidad de los pueblos.

 En su base teórica, el libro se enmarca en las Epistemologías del Sur, propuestas por Boaventura de Sousa Santos, quien nos invita a construir una ecología de saberes.

Esto significa que ningún conocimiento es superior a otro, y que solo a través del diálogo y la reciprocidad podemos construir respuestas complejas a los desafíos del presente.

La Etnoagronomía es un ejemplo concreto de esta ecología de saberes.

Combina la observación científica con la sabiduría campesina, la teoría con la práctica, la universidad con la comunidad.

Nos invita a repensar la ciencia desde la tierra, desde el territorio y desde la experiencia viva de los pueblos.

Esta obra está dirigida tanto a la comunidad académica —investigadores, docentes y estudiantes interesados en agroecología, desarrollo rural o sociología— como a las comunidades campesinas que buscan fortalecer su autonomía productiva y cultural.

Su lenguaje combina rigor y claridad, lo que la convierte en un puente entre el conocimiento universitario y el saber popular.

Hoy, frente a la crisis climática, alimentaria y social, este libro adquiere una enorme relevancia.

Nos recuerda que la sustentabilidad no se logra solo con tecnología, sino con una nueva relación entre el ser humano y la naturaleza, basada en el respeto, la diversidad y la reciprocidad.

Un aspecto muy bello del libro es su reivindicación de la utopía.

Para el doctor Cruz León, la utopía no es un sueño inalcanzable, sino una fuerza transformadora.

Siguiendo a Boaventura de Sousa Santos, los autores hablan de utopías concretas, proyectos que imaginan futuros posibles, construidos desde abajo, desde los pueblos y desde la tierra.

La Etnoagronomía es justamente eso: una utopía concreta, una ciencia que nace del campo, que reconoce la sabiduría campesina y que busca contribuir a la transformación social desde la práctica y la esperanza.

En síntesis, Etnoagronomía. Utopía y alternativas al desarrollo es una obra que critica, propone y sueña.

Critica el modelo civilizatorio occidental que ha provocado crisis ecológicas y desigualdad.

Propone una nueva forma de conocimiento basada en el diálogo de saberes.

Y sueña con un futuro donde la ciencia y la vida estén al servicio de la dignidad humana.

Como dice el doctor Artemio Cruz León:

“El desarrollo de las comunidades campesinas debe partir de la participación de los propios campesinos, de su saber, su experiencia y su relación con la tierra.”

Este libro nos invita precisamente a eso:

a reconocer el valor de los conocimientos campesinos,

a construir puentes entre la universidad y la comunidad,

y a mantener viva la utopía de una agricultura más justa, diversa y humana.

Muchas gracias.

Te puede interesar
IMG20251021093457

La tierra que sabe; la etnoagronomía, utopía concreta que reconoce en los saberes campesinos no el pasado, sino el futuro posible de la agricultura mexicana

Redacción
EDUCACIÓN21/10/2025

* "Etnoagronomía: Utopía y alternativas al desarrollo" recoge las voces que la historia quiso enterrar bajo el ruido de la modernidad, y las hace germinar otra vez. No es un libro que se lea con prisa. Se abre como se abre un claro en el bosque para sembrar la milpa, con respeto y con manos limpias. Está hecho de muchas manos: las de quienes trabajan la tierra, las de quienes la estudian, las de quienes todavía la sueñan.

Lo más visto
IMG-20251020-WA0049

En Texcoco despiden con honores a bombero fallecido

Redacción
SOCIEDAD20/10/2025

•  El Comandante Joel Magos Campero fue una figura fundamental en la consolidación y fortalecimiento del H. Cuerpo de Bomberos de Texcoco. Tenía 36 años de servicio. • Destacó en múltiples funciones: atención oportuna a emergencias, labores de rescate, prevención de riesgos, capacitación a nuevas generaciones y coordinación en operativos de alto impacto.