Dos películas, dos historias, dos mujeres

Este sábado 20 de agosto es de cine. La Cineteca Mexiquense, en colaboración con el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, proyectará un breve documental y un largometraje de sendas directoras. La cita es este sábado a las 16 horas en el Auditorio Miguel León Portilla.

CULTURA 18/08/2022 René Aguilar Díaz
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En mis zapatos

Ana María es una mujer de mediana edad; su discapacidad le hace caminar lentamente y más cuando empuja su tambo de basura. Ella trabaja para el Departamento de Limpia del Ayuntamiento de Toluca, la capital mexiquense.

La filosofía de Ana María, tal vez, le ha permitido sobrevivir más de 20 años en ese empleo: le gusta su trabajo; se dedica a él con disciplina “Donde veo que está más sucio, le echo más ganas”. Esa es básicamente la historia que cuenta el mini documental de Alma Gabriela Hernández, “En mis zapatos” (2019).

La cineasta se dedicó, unos días, a seguir a Ana María Araujo en su diario trajinar por las calles del Centro de la ciudad de Toluca, empujando su tambo de basura, barriendo las calles, recogiendo residuos sólidos, y en ese viaje, mostrar desde su mirada a una sociedad un tanto insensible o cuando menos indiferente, con el otro, el de “clase marginal”, el barrendero.

Eso lo sabemos por boca de la propia Ana María, quien superpone siempre su visión de la vida en las situaciones cotidianas fáciles o difíciles, familiares o sociales. Su filosofía es hacer lo que le toca hacer sin meterse en conflictos sobre todo con algunas personas que acostumbran a verla por encima del hombro. En 12 escasos minutos Ana María nos cuenta lo esencial de su vida, de cómo su trabajo la ha mantenido a flote y como ha ayudado a su familia, a su hijo a continuar la escuela, etcétera.

La reflexión obligada entresacada de este brevísimo documental, creo, no es “comprender” a ciertos estratos sociales, sino a vernos y comprendernos a nosotros, los otros, los que frecuentemente miramos sin ver a ciertas personas que están haciendo un trabajo necesario, pero que adormilados por la meritocracia ni siquiera nos imaginamos haciendo ese trabajo.

Violeta al fin

Si ser mujer en nuestras sociedades latinoamericanas ya es una bronca, ser mujer de la tercera edad la devuelve casi a un estado de puerilidad, según el punto de vista de esa misma sociedad, la cual asume que como cualquier niña, hay que protegerla o sobreprotegerla y tomar decisiones por ella.

Violeta (Eugenia Chaverri) es una mujer de más de 70, que se ha divorciado y pretende armar una pensión pues en su amplia casa, en un barrio de San José, Costa Rica, hay cuartos que no utiliza. La oposición de su familia, de su exmarido e incluso de sus amigas es inmediata. Todo mundo se empeña en que mejor venda la casa y se vaya a vivir con alguno de sus hijos. Por supuesto ella opone resistencia, lo que le acarrea una cierta animadversión, pero decide luchar por sus convicciones.

Hilda Hidalgo, directora costarricense, egresada de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de la Habana, consigue en su largometraje “Violeta al fin” una atmósfera intimista con ribetes de realismo mágico, cuando los espíritus materno y paterno se solidarizan, de alguna manera, con ella. Violeta es una mujer humana como cualquier otra que tienen sus dudas sobre muchas cosas, una de ellas en el terreno religioso cuando no se decide a aprovechar el cambio de párroco en su iglesia para comulgar en el ritual de la eucaristía, cosa que con el anterior sacerdote no lo podía hacer por ser “una mujer divorciada”; puede ser frágil pero no se quiebra.

Cuando Violeta se entera que por alguna triquiñuela su propio exmarido puso casa en condición crítica frente a una institución financiera, el mundo se le derrumba pero aun así se levanta y persevera en su afán de conservar su casa.

Una cinta recomendable que pone sobre la mesa la controversia sobre el endiosamiento de “la juventud” que rifa actualmente y sobre la idea a ultranza de que la gente mayor debe ser “cuidada y vigilada” porque ya no está en condiciones de tomar sus propias decisiones.


En mis zapatos es un documental mexicano de Alma Gabriela Hernández Gómez. Universidad Autónoma del Estado de México / Escuela de Artes Escénicas. 2019.

Violeta al fin, película escrita y dirigida por Hilda Hidalgo; producción Costa Rica-México con Eugenia Chaverri, Gustavo Sánchez Parra, Álvaro Marenco, Oscar Castillo, Anabelle Ulloa. Producciones La Tiorba, Cacerola Films. 2017.

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