De inocentes y malosos

UNO. Dos adjetivos calificativos se le podrían aplicar al ex rector de la UNAM, José Narro Robles: inocente y cándido. Por lo visto el PRI está lleno de inocentes y cándidos políticos que, tras una militancia del muchos años, en el caso de Robles 46, descubren que el antes partidazo está formado de artificios, intereses mezquinos. ​ 

​Narro Robles deja la contienda por la presidencia de su partido, dimite porque señala que “prevalece la simulación y los excesos; la trampa está en el patrón” y remarca señalando que hay “groseros indicios de la mano del gobierno y de Peña”, aunque la primera duda viene a nosotros, que surge de primera instancia es ¿qué tiene qué ver el gobierno en esta elección interna de un partido que ya ni fu ni fa, que representa como oposición casi nada y, claro, Peña qué pitos toca en un partido que ya no es su partido?   ​ 

​Convendría que todos los militantes leyeran -si es que lo saben hacer- la novela “El rencor” de Fabrizio Mejía Madrid (Ed. De Bolsillo, México, 2010. 196 pp.), donde desmenuza agudamente las entrañas del partido y sus absurdas decisiones apegadas a normas que tiene qué ver con la moral y ética del presidente, del PRI y de la nación, formando ilusiones, alegorías y quimeras, pero nunca llegando a los meollos de los asuntos, a los hechos concretos y las soluciones que espera la gente, el pueblo, todos. ​Mejía Madrid empieza con dos epígrafes: el primero Juan Rulfo de su novela novela “Pedro Páramo”, donde Juan Preciado pregunta quién es el que busca como su padre y la respuesta es “-un rencor vivo- me contesto él”; y el segundo de Juan Villoro: “El PRI es la institucionalización del rencor”. El rencor que corre alrededor de toda la novela, que es el que sienten los que no tienen por los que tienen, los de abajo por los de arriba. El rencor que vive en los personajes de la novela donde aparecen personajes representativos del partido como Gonzalo N. Santos -cacique de San Luis Potosí y persona real -además de otra gran galería de personajes ficticios -y no -como el apócrifo Licenciado Laureano X Vidal- quien era un indito tepehuano y logró encumbrarse a alturas insospechadas, pasando por las tres etapas primordiales para ser un buen militante: primero porro, luego policía secreto y al final hombre de negocios nunca claros, lo que nos lleva a otra novela: “El chanfalla” de Gonzalo Martré  y a quien lo busca desesperada y afanosamente otro militante que ha recorrido el mismo camino: Max Urdiales, éste sí licenciado de a de veras pero también fanfarrón, gris y dicharachero, como debe de ser un priísta hecho y derecho. Aparte, aparece Gutiérrez Barrios, Nazar Haro y otros tantos más que hacen que la política de a de veras se sonroje. “En política se vale todo menos perder”, dice el Licenciado X como una de sus recurrentes frases célebres. 

​¿De verdad Narro Robles no sabe o no sabía cómo se maneja el partido en sus entre telones? Ah, qué iluso.

DOS. Sorprende para mal la celeridad con que se conceden y dan amparos a diestra y siniestra contra el Aeropuerto de Santa Lucía, mientras que cuando los pobladores de Atenco y pueblos circunvecinos pedían la misma resolución legal contra el de Texcoco o se tardaban mucho en darlos -de hecho, muchos no lo hicieron- o señalaban la nulidad de tal medida. 

​Pensemos en estos términos: el Poder Ejecutivo lo obtuvo Andrés Manuel López Obrador con casi 30 millones de votos; los integrantes del Poder Legislativo están en su escaño porque lograron obtener el suficiente número de votos; mientras que los señores que forman parte del Poder Judicial le deben su estancia en ese lugar al presidente de la República en turno o a los cuates, muchos de ellos no tienen siquiera las “tablas” jurídicas necesarias para estar ahí. 

​Además hay otra cuestión que se debe de hacer notar: una cosa es la justicia y otra muy distinta la aplicación de las leyes; en muchas ocasiones no coinciden porque quienes hacen justicia no siempre se apegan a las leyes, o al revés. Un contrasentido que ahora se ve más claramente y que en cada momento se ventila en redes sociales: Ministros riquísimos, aunque su sueldo no da para tanto. Lo dice William Shakespeare en boca de Hamlet: “Algo está podrido en Dinamarca”. Y parafraseando: “Algo está muy podrido en el Poder Judicial”.  

TRES. Aún no se ha desmantelado el Aeropuerto de Texcoco, porque aparentemente quienes interpusieron amparos contra el de Santa Lucía están esperando un “Milagro Guadalupano”: que se dé marcha atrás a la resolución presidencial y popular. Pero sabiendo que el auténtico y verdadero negocio millonario era mantenerlo a flote -según los especialistas de la UNAM se hundiría al menos un metro al año y nivelar las pistas es el real y lucrativo negocio-, es difícil que así se haga. 

​Aunque lo construido ahí está, sigue ahí como esperando el milagro de “la Rosa de Guadalupe” y que sea cancelado el propuesto por AMLO, alegando que ahí existe vestigios arqueológicos, que va a afectar a muchos pueblos aledaños, que no hay agua, etcétera, etcétera. Argumentos que bien podrían hacerse al revés con el de Texcoco. El mal no descansa y los malosos menos, sobre cuando hay ganancias para ellos… 

CUATRO. Los barones de los dineros de nuestro país se sorprenden del desempleo que, dicen, se ha desatado ahora y con este nuevo gobierno, cuando muy en el fondo deben de saber y lo saben -si tuvieran conciencia- que ellos son parte del problema y de la solución: no han invertido. Y si lo hacen lo primero que piensan es en hacerlo donde ven que hay o habrá buenos dividendos para ellos, pero nunca consideran la parte social de las inversiones.

​El dueño de la fabrica de papel de Loreto y Peña Pobre hizo casas para sus obreros alrededor de la empresa, ahí están todavía por el rumbo de San Ángel; muchas otras industrias en su momento también así lo hicieron. Pero desde hace 40 años y hasta la fecha ese tipo de apoyos del patrón para con los trabajadores se han perdido, y creo que ya nunca se volverán a dar. 

​Sin embargo los ricos del país olvidan lo que dice Karl Marx: “Quien genera la riqueza es el trabajo” y quienes hacen el trabajo son los obreros, los campesinos, los asalariados. Ahora que le achacan de nueva cuenta estos malos resultados a AMLO sobre la caída del empleo, sería importante e interesante que se pregunten qué tantas culpas tienen en esa misma caída y qué tanto resiste su alma cristiana ante los bajos salarios que les pagan a quienes producen la riqueza. 

​Carlos Slim es muy rico porque hay miles de trabajadores produciendo la riqueza para él, desde Teléfonos de México, Sanborns y la tiendas Oxxo. Así las cosas, la culpa se debe de dividir entre las 300 familias que detentan el capital y el poder en México y otra porción, muy pequeña, por cierto, en el gobierno federal. La riqueza no se genera sola y el capital, el dinero, no sale de la nada. 

CINCO. ​La presión contra el gobierno de AMLO es mucha y viene desde distintos frentes, pero, y esa es la gran fuerza del gobierno, hay un apoyo popular amplio y profundo, pese a las campañas claras que ven mal todo lo que éste hace. Así las cosas, la primera cuestión es estar bien informado y no dejarse marear por los medios impresos y electrónicos chayoteros que ahora están desconcertados y pobres, muy pobres, por eso mal informan. 

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* Arturo Trejo Villafuerte nació en Ixmiquilpan, Hgo., en 1953. Es egresado de la FCPyS de la UNAM. Ha ocupado diversos cargos en instituciones culturales y ha sido editor de varias revistas y colecciones literarias. Profesor investigador de la Universidad Autónoma Chapingo y miembro del IISEHMER de la misma institución. Sus más recientes títulos publicados: De Neza York a Nueva York. From Neza York to New York. Una antología de poesía de la Ciudad de México y la Ciudad de Nueva York. A bilingual anthology of the poetry of Mexico City and New York City (antología, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2015. 220 pp.), Amores chapingueros (antología de cuentos, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2016), Ret(r)azos (poemas, Cuadernos de Pasto Verde, México, 2017), Respirando por la herida (antología de cuentos, Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2017), Balbuceos (Cuadernos de Pasto Verde, Orizaba, 2018. 34 pp.), Dieciocho inútiles poemas de amor para ti, para ella o para nadie (Ed. Villafuerte-Cofradía de Coyotes-, México, 2018. 30 pp. Serie Folletín Dorado No. 4), incluido en el volumen colectivo Chapingo recuerda. A 50 años del Movimiento Estudiantil en México 1968 (Ed. STAUCh, México, 2018. 174 pp.), coautor del volumen Un cesto policromo de manzanas y uvas. Poesía Hispanoamericana del Romanticismo al Modernismo (Ed. Molino de Letras, México, 2018. 160 pp.) y de Diecinueve útiles poemas de Luz y sombra (Ed. Cofradía de Coyotes, México, 2019. 30 pp. Serie Folletín Dorado No. 13). Colaborador asiduo de Molino de Letras y vocesyjarillas.com