
* Hace años inicié un ejercicio literario que le llamé Cartas Impublicables. Partiendo del género epistolar, planteo una serie de historias que espero les agraden.
La conexión de las palabras y su significado se vuelve estrecha, en imágenes difusas cuando se pretende exaltar el arte de la guerra o la condición de optimismo supremo en los discursos políticos. Son verbalismo puro, sin contacto con la realidad. Vulgar adoctrinamiento.
CULTURA - Fueron los días de ayer13/02/2023El lenguaje nos determina y da fe de nuestra razón de ser. Estamos hechos de palabras y a través de ellas nos guiamos y se nos conoce.
El lenguaje es un acto cultural de social incumbencia. Transfiere hábitos, dudas y certezas, hallazgos.
Comunica pero también limita cuando la costumbre de su repetición se ejerce a golpe de frases hechas, concebidas en el trajín de una insolente vulgarización que tal vez parezca afortunado detalle de simpática ocurrencia.
El lenguaje es dinámico. Pertenece a todos. Nadie puede adjudicarse el derecho de uso.
De lo vulgar a lo corriente corre también el difícil arte de su sencillez bien cimentada, sin ambages ni eufemismos.
El maestro Pedro Henríquez Ureña apuntaba, a propósito de “El problema del idioma” lo siguiente: “nos sobrecogen temores súbitos: queremos decir nuestra palabra antes de que nos sepulte no sabemos qué inminente diluvio”.
Hablar es comprender. Comprenderse es construirse a sí mismo y el mundo. Explicarse.
Dar con las palabras pertinentes es un modo certero de reconocerse y poder reinventarse. Dejar de avanzar a trompicones, de impropiedades. Ocasionalmente es menester dar muestras de dignidad al hablar y escribir con decoro, íntimamente fortalecidos en la dinámica de comunicar.
Es una falacia seguir pensando que lo genuino se dice o escribe o se dibuja o se muestra sin palabras. Mentira.
Las palabras son espíritu, no materia.
Quien habla o escribe a medias, con tropiezos, piensa y existe a medias.
En el estrépito de la banalidad lo común y lo corriente, lo insustancial, se advierte, a veces, como innegable evidencia de franca comunicación o de ingeniosa verdad.
El lenguaje no admite la torpeza de su expresión cuando se le conoce bien y aún así se contribuye en la necesidad de mediatizarlo a la ordenanza de una ingrata simpleza que se quiere pareja, democrática, como si fuese ejemplo de libertad de expresión.
En ese sentido, persistir en el lenguaje hablado y el lenguaje figurado como estrategias políticas resulta de una insana redundancia.
La conexión de las palabras y su significado se vuelve estrecha, en imágenes difusas cuando se pretende exaltar el arte de la guerra o la condición de optimismo supremo en los discursos políticos. Son verbalismo puro, sin contacto con la realidad. Vulgar adoctrinamiento.
Ensalzar lo prosaico y robustecer la idiosincrasia de caducas batallas seguramente apena a los generales y a la auténtica gente de a pie también.
* Hace años inicié un ejercicio literario que le llamé Cartas Impublicables. Partiendo del género epistolar, planteo una serie de historias que espero les agraden.
* Los recuerdos son parte de un futuro envejecido. Los motivos del tiempo como salmodia existencial. En la desaforada intensidad de los sueños habitan revelaciones.
Enrique Hernández y Jorge Díaz son los responsables de esta obra artística cultural que se ha emprendido en Texcoco y que próximamente se instalará en la explanada principal de Huejutla.
Fue noche de canto y música. La maestra Tania Jessica Pérez Buendía, titular en la DGDCyS, la mezzozoprano Evangelina Gutiérrez Carranza, subdirectora de difusión cultural, y la administrativa Karina Portugués entregaron diplomas de agradecimiento.
* La comunidad estudiantil estalló en redes sociales al intentar acceder a la plataforma oficial. En lugar de mostrar los resultados desplegaba un mensaje irónico: “¡Ya llegamos!”, sin ofrecer acceso real a la información.
* Hace años inicié un ejercicio literario que le llamé Cartas Impublicables. Partiendo del género epistolar, planteo una serie de historias que espero les agraden.
• La inversión histórica para los 10 municipios de la zona oriente del Estado de México mejorará la calidad de vida vecinal. • Esta inversión permitirá avances en materia educativa, salud, movilidad y cuidado del agua.
* El plan contempla 121 programas sociales y urbanos con una inversión de 75 mil 786 millones en educación, salud, infraestructura hídrica, transporte, pavimentaciones, vivienda, regularización del suelo y más.
El rector de la Universidad Autónoma Chapingo, doctor Angel Garduño García, advirtió que “no se trata únicamente de sumar programas al catálogo institucional, sino de redefinir las prioridades académicas, de impulsar áreas estratégicas y de proyectar a la universidad hacia escenarios nacionales e internacionales donde pueda incidir de manera más efectiva".