
* Escribir es el pulmón que en la pasión se precipita mientras el aire se vuelve un verso sobre el hombro.
Mario Guzmán, empresario texcocano, periodista empírico y enjundioso, le dio a su ciudad, Texcoco en el Estado de México, un medio de comunicación que fue referente regional en más de una década. Mario ha partido a otra dimensión. En Voces y Jarillas lo recordamos.
CULTURA - Fueron los días de ayer10/04/2023 René Aguilar Díaz


“…Al igual que con la letra de los boleros, veían esas noticias como historias de amor y miseria contadas en tres minutos.
—Buena comparación —aprobó el chueco—. No hay mejor síntesis de una historia de amor que la que cantan los boleros”.
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“La vida es solo tiempo que se interrumpe —dijo enseguida un pensador de la familia”.
Fernando Ampuero
Hace algunas semanas, por mensajes en el Facebook, hablamos de tomar un “chingón”, es decir un café en el restaurante Santa Berta, y conversar. También le había yo recordado, a propósito de su cumpleaños que, en alguna plática hace más de diez años, me había confiado su intención de bailar una canción del Cigala y Bebo Valdés, con su nieta cuando esta cumpliera 15, un acontecimiento que se acercaba.
Ya no pudimos tomarnos el café y conversar. Tampoco le dio tempo de bailar con su nieta en sus 15.
Mario se marchó.
“La vida es un sueño…”, dijera el clásico, y Mario cumplió inexorable con el dicho.
Mario Alberto Guzmán Sevilla, oriundo de Michoacán, pero recalcitrante texcocano por elección era un hombre inquieto y de convicciones. Emprendedor, se dedicó prácticamente toda su vida al comercio. Sus dos pasiones más visibles eran la política y la familia. Recuerdo que más de una vez, en las charlas de sobremesa o en una pausa después de terminar la redacción de su periódico, me platicaba que él se asumía como priista, aunque llegado un momento, desencantado de su partido, se separó. “Ellos (los del PRI) no quieren militantes, quieren cómplices” me dijo más de una vez.
No cambió de filiación, e insistía en que “se formó como priista y se iba a morir priista”, Apartado de las lides partidistas, de alguna manera encontró en la factura y organización de un periódico una forma de seguir participando de manera crítica en el desarrollo de su comunidad, el Texcoco de la última década del siglo XX, que depararía cambios no imaginados en ese tiempo, como que sería de los primeros municipios, si no el primero, en que la izquierda ganara una elección municipal. El periódico que tenía la intención de salir semanalmente se llamaría “Expresión”.
En esa publicación participamos una buena cantidad de tunde-máquinas, escritores, académicos y gente de la cultura y la política, de signos diversos y hasta disímbolos.
Al cerrar la primera década del presente siglo, después de varios trienios de dominio de izquierda a través del PRD, el Partido Revolucionario Institucional, había regresado al palacio municipal. En ese tiempo, por otro lado, Mario Guzmán se estrenaba como abuelo; estaba fascinado con su primera nieta.
En esos años para acompañar las tardes de redacción del periódico Expresión, poníamos algo de música para acompañar el trabajo, y había caído en mis manos el CD de Bebo & Cigala, “Lágrimas negras”, donde se recrean, con el marcado acento gitano del cantaor español, viejos boleros latinoamericanos. Mario se encandiló también con esas versiones y especialmente, si la memoria no me traiciona, con la canción “Corazón loco”. Le hice una copia para el reproductor de su auto.
En una ocasión en la que nos trasladábamos a algún lado, mientras la voz rasposa y sentimental del Cigala la cantaba por enésima vez, Mario se quedó pensando un rato y después me dijo algo acerca de lo mucho que le gustaba la rola, y después de una pausa, palabras más palabras menos, me comentó: “Si Dios me lo permite, voy a bailarla con mi nieta cuando cumpla 15 años”. El Mario tenía un corazón bastante romántico. También era un hombre creyente, así que siempre conservé la idea de que ese buen deseo expresado lo pintaba de cuerpo entero.
Es extraña la sensación cuando un amigo o un ser querido se marcha. No podemos concebir que mañana no lo veremos, que no estará ahí para platicar o intercambiar un saludo. El paso del tiempo, supongo, es lo que nos aterriza, nos hace dar cuenta de lo ocurrido. Para el que esto escribe, redactar estos breves párrafos me ha permitido, de alguna manera inefable, conformarme con que no veré más a mi amigo, al menos no en esta dimensión. Quizá en la otra nos tomemos ese café que quedó pendiente.

* Escribir es el pulmón que en la pasión se precipita mientras el aire se vuelve un verso sobre el hombro.


* Dedicado a todos mis amigos feos.

* La nota que me impresionó: alguien, quizás un funcionario público decretó el retiro de las estatuas de Fidel y del Ché Guevara, en una alcaldía de la Ciudad de México.

• El festival tendrá más de 90 actividades en 32 municipios, así como galas estelares y una clase masiva impartida por la artista mexiquense.

* Sigue publicación, otra entrega de las Cartas Impublicables.

* Hace años inicié un ejercicio literario que le llamé Cartas Impublicables. Partiendo del género epistolar, planteo una serie de historias que espero les agraden.


* Autoridades municipales llaman a prevenir abandono y maltrato animal.

· Podrás acceder a una casa de al menos 60 metros cuadrados, cercana a los centros de trabajo, asequible y con todos los servicios básicos, áreas verdes y de convivencia social. · Solo se deben cumplir tres condiciones: tener al menos 6 meses de antigüedad en tu trabajo, ganar entre 1 y 2 salarios mínimos al mes y no tener crédito con el Instituto.

* Elementos de la Dirección de Protección Civil, Bomberos y Servicios de Emergencia permanecen en el área hasta el final de la jornada laboral, cuando los comerciantes cierran los locales.

* Más de 3 mil 600 millones de pesos se destinaron a infraestructura escolar, mantenimiento, equipamiento, tecnología educativa y becas. * Se trabaja en fortalecer y consolidar el sistema educativo.

* Las acciones preventivas se alinean con la Norma Oficial Mexicana NOM-017-SSA2-2012 y con estrategias de prevención primaria, entre las que se encuentran: lavado frecuente de manos con agua y jabón, uso de cubrebocas en espacios cerrados o con alta concentración de personas, ventilación de espacios, evitar cambios bruscos de temperatura y no automedicarse.