
* La nota que me impresionó: alguien, quizás un funcionario público decretó el retiro de las estatuas de Fidel y del Ché Guevara, en una alcaldía de la Ciudad de México.
* Dedicado a todos mis amigos feos.
CULTURA - Fueron los días de ayer26/07/2025 Álvaro Reyes ToxquiApreciado Epaminondas:
Permítame platicarle algo: hace unos días un amigo de infancia me confesó, no sin cierto alborozo, que había dejado de odiar a su madre. ¿No le parece maravilloso?
Si, al principio, igual que ahora usted, pensé que mi viejo compañero de juegos estaba francamente desquiciado pero, según él, no podía evitarlo. Usted sabe que hay sentimientos que se van agolpando en el pecho y que a veces, sólo por la magia del psicoanálisis o por la frialdad del confesionario, van domesticándose gradualmente. La razón de las viejas tribulaciones que mi amigo sufría residía en la conciencia de su fealdad.
En efecto, desde la más tierna infancia ha sido Feo; si, con efe mayúscula y en la más larga extensión del adjetivo. Los compañeros de escuela -entre ellos me sumaba yo- con gran creatividad, inventábamos expresiones lingüísticas para burlarnos de los defectos físicos del interpelado; sus hermanos lo presentaban ante conocidos y troyanos como si fuera un pariente lejano y la madre ¡Ay Epaminondas!, la más ingeniosa de todos, decía que un eclipse de luna le había robado los pocos atributos estéticos que tenía al nacer.
¡Cómo no iba a aborrecer cada una de las fatídicas palabras de ella! y sobre todo si en el colegio le enseñaron que todas las características físicas se las debemos a nuestros padres (aunque nunca explicaron cómo). Desde entonces se fue albergando una idea en su ingenua cabeza: tenía que descubrir la influencia de los eclipses y de los padres en la fealdad de los hombres.
Las primeras indagaciones lo llevaron ante su sabia abuela. Ella explicó que todo se debía a un descuido materno quien, durante el tiempo del eclipse, debió amarrarlo con una toalla a los pies de la cama y poner sobre su frente un hilo rojo, de preferencia estambre, bendecido por un obispo en un día de San Juan.
Pasado el tiempo, en los días de bachiller, consultó con un psicólogo que además tenía un puesto de tacos allá por el aeropuerto y, con frases de alta complejidad, le dijo con gran garbo:
-No se preocupe, usted sufre de Edipo.
Y su explicación le produjo más angustia.
Por mucho tiempo no salió con ninguno de sus amigos, feos todos ellos, por temor a que esa rara enfermedad fuera contagiosa; incluso rehusó salir con la única chica que aceptaba ir al cine con él. ¡Ah!, ¡Hasta dónde llegaba la ignorancia! Y es que después de comer lavaba sus cubiertos aparte y, después del baño, se exploraba el cuerpo por si acaso el Edipo se manifestara con alguna erupción cutánea evidente. ¡Qué vergüenza ver el rostro de la madre! ¡Qué bochornoso resultaba sentirse feo ante la posible culpable de su desgracia!
La tribulación de mi amigo terminó hace unos días. En el puesto de revistas compró un fascículo de prestigiada enciclopedia científica y ahí, entre hojas de papel cuché, la ansiada respuesta iluminó su vida: "ADN (ácido desoxirribonucleico) es una sustancia química que se encuentra en todas las células de tu cuerpo. Es también responsable de tu aspecto y del funcionamiento del organismo."
Todo quedó claro. Sus padres no tenían culpa de su fealdad; con una profunda convicción me explicó que todo se debía al maldito ácido desoxirribonucleico que, seguramente, su santa madre ingirió equivocadamente en el hospital donde lo parieron.
La historia, sin embargo, no tuvo fin. Ayer mi amigo me pidió en préstamo algunos libros de bioquímica. Los tomó y se escabulló sin decir nada más. Su silencio, mezclado con una vieja angustia reflejada en los ojos, me insinuó que ese hombre emprendía una vez más el vuelo hacia el descubrimiento y el asombro.
Me despido, Epaminondas, amigo de antaño y de feo nombre por excelencia.
* La nota que me impresionó: alguien, quizás un funcionario público decretó el retiro de las estatuas de Fidel y del Ché Guevara, en una alcaldía de la Ciudad de México.
• El festival tendrá más de 90 actividades en 32 municipios, así como galas estelares y una clase masiva impartida por la artista mexiquense.
* Sigue publicación, otra entrega de las Cartas Impublicables.
* Hace años inicié un ejercicio literario que le llamé Cartas Impublicables. Partiendo del género epistolar, planteo una serie de historias que espero les agraden.
* Los recuerdos son parte de un futuro envejecido. Los motivos del tiempo como salmodia existencial. En la desaforada intensidad de los sueños habitan revelaciones.
* La Policía Municipal de Chimalhuacán pone a su disposición los siguientes números de atención ante cualquier emergencia: Línea 1: (55) 93 15 24 54 Línea 2: (55) 93 15 24 55 Denuncias Anónimas: 089 Emergencias: 911 #TransformandoLaSeguridad
* El nuevo funcionario es el M.C. José Guadalupe Martínez. “Su nombramiento representa el respaldo de una comunidad que reconoce su compromiso con la formación de profesionales con una sólida base científica, así como del progreso del departamento al cual pertenece”, dijo el Rector.
• La llamada al C4 permitió la acción inmediata para liberar a un chofer que llevaban privado de la libertad. • A los presuntos responsables se les investiga por su relación con grupos criminales.
* La presidenta municipal, Xóchitl Flores, señaló que el municipio de Chimalhuacán está siendo más estricto. Al sorprender a gente contaminando con basura en las calles, se aplicarán las sanciones estipuladas en el Bando Municipal.
* Palabra tras palabra delinea la arquitectura de árboles que también son nuestros. Su trayectoria académica no es solo un listado de grados, sino un sendero marcado por el estudio riguroso, la investigación constante y un profundo compromiso con la enseñanza y la extensión, que lo han convertido en una figura cimera en el ámbito de la fruticultura.