Esmeralda y sus cinco maridos ¡Qué escándalo!

¿Es sólo una película? Puede que sí, pero es muy divertida. “De noche viernes Esmeralda” se proyecta este sábado en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario.

CULTURA - Fueron los días de ayer 02/07/2022 René Aguilar Díaz
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Hace tiempo, cuando una amiga mostró una cinefilia en ciernes y me requirió de materiales, le presté una película de la directora alemana Doris Dörrie, titulada Hombres (Männer, 1985); porque para mí es una película graciosa, divertida y al mismo tiempo cuestionadora de los celos y el machismo: una señora se busca un amante para rencontrar la adrenalina que se extravió en el matrimonio; el marido se entera y le intriga qué es lo que busca su esposa en un artista plástico medio tarambana que no tenga con él, profesional exitoso; así que se acerca a su rival con tal de despejar la incógnita. El resto de la historia, amable lector, lo tendrá que buscar en las plataformas de moda, en el streaming, que le dicen.


Cuando mi amiga me regresó el DVD lo hizo con una sonrisa incrédula y un “…ahí está tu película… eso no pasa en la realidad”.


Ah, chinga, pensé, cómo que no pasa. Por unos momentos reflexioné si había razón en esa aseveración, pero no, no la encontré. Sí pasa, y más a menudo de lo que creemos. Lo que sucede es que la gente con frecuencia cierra los ojos para no ver lo incómodo y agobiante que es este mundo abigarrado de prejuicios, desigualdades e injusticias, y en ese viaje no ve cosas más divertidas porque es más confortable creer lo que dicen la internet, la televisión y el padrecito en la homilía de la misa de las siete.


Y hace poco, conversando con otra amiga psicóloga sobre el polémico tema de las relaciones de pareja, me cuestionaba que yo no creyera en la fidelidad. Contesté que sí, creo en la fidelidad; en lo que no creo es en la monogamia. Y bueno, ya sabrán, fue una charla de nunca acabar.


Esto viene a colación porque esta vez me toca recomendar que vean la película de Jaime Humberto Hermosillo “De noche vienes, Esmeralda”. La primera de mis amigas citadas no sólo va a decir que “eso no pasa en la realidad”, sino que además la calificará como una especie de “ficción científica con enfoque de género”, o “sueño guajiro-húmedo” o “una jalada bien jalada”. O de las tres cosas.


Y es que ustedes ya saben, la película está basada en el cuento de Elena Poniatowska, “De noche vienes” que cuenta la historia de la enfermera Esmeralda Loyden, que se casa cinco veces… y con cinco individuos diferentes. Legalmente ha cometido el delito de bigamia del que uno de los maridos la ha acusado.


La historia que describe Poniatowska se desarrolla toda en una desgastada y polvosa oficina del Ministerio Público. El agente del MP “la interroga”, aunque más bien la injuria y la provoca, pero la mujer, hasta cierto punto cándida, no le pasa por la cabeza “nada negativo ni malo” y todas las denostaciones parecen resbalársele por su joven y bello cuerpo.


El caso es que la adaptación de Hermosillo (1942-2020) ―prolífico cineasta que tiene entre su obra con filmes como “La verdadera vocación de Magdalena”, “La pasión según Berenice”, “Matineé”, “El cumpleaños del perro”, “Doña Herlinda y su hijo”, etcétera― es bastante fiel al cuento de doña Elena, sin embargo, va más allá, le pone de su cosecha, creo que sin desvirtuarlo y lo hace más ácido, y más divertido todavía.


Ante la narración de un plano literario donde no hay pierde y el lector termina por poner la escenografía, Hermosillo le saca partido recurriendo a recursos digamos “oníricos” o ensoñaciones, que ya había propuesto con imaginación y audacia, muchísimos años antes, el maestro Ingmar Bergman en su Fresas Silvestres y que después su alumno avanzado, Woody Allen, utilizaría hasta la saciedad, de entreverar planos narrativos superpuestos: Hermosillo lo hace al traslapar la rancia oficina del MP con el soleado parque público o con una sala de hospital y de ahí pasar al jardín de una casa.


Enmarcado en su alegato gay, por otra parte, el cineasta pone una buena dosis de sarcasmo, y aguda crítica, al grado de lo guiñolesco cuasi delirante, a los prejuicios de una sociedad hipócrita y de doble moral: oficinistas, gendarmes, el bolero, la mercachifles y otros habitantes del universo burocrático acompañan al escandalizado Agente del MP, licenciado Solorio (Claudio Obregón) que escuchan (miran) con morbo, sin recato y escurriendo la baba los detalles que les cuenta Esmeralda Loyden (María Rojo) acerca de su encuentro amoroso con uno de sus maridos que además es bisexual.


Los guiños al cine mismo son recurrentes en la película: el omnisciente Tito Vasconcelos hace varios personajes (después de cuatro se pierde la cuenta), y el final es muy divertido con una parodia-homenaje que Hermosillo hace a “Singing In The Rain” Cantando bajo la lluvia (1952), con un excelente Claudio Obregón-Gene Kelly, cantando “Amorcito corazón”.


No pueden dejar de verla, se van a divertir. Este sábado se proyectará en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, con el auspicio de la Cineteca Mexiquense. El lugar es el auditorio Miguel León Portilla y la hora las 4:00 de la tarde.


De noche vienes, Esmeralda. Película mexicana de Jaime Humberto Hermosillo, con guion de él mismo basado en el cuento “De noche vienes” de Elena Poniatowska. Con: María Rojo, Claudio Obregón, Martha Navarro, Tito Vasconcelos, Antonio Crestani, Pedro Armendáriz Jr., Alberto Estrella, Ignacio Retes, Humberto Pineda, Ernesto Laguardia, Álvaro Guerrero, Roberto Cobo, Arturo Villaseñor, Ana Ofelia Murguía
Productora: Esmeralda Producciones, Estudios Churubusco, IMCINE, Monarca Pictures, Resonancia S.A. Duración: 103 min.1997.

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