Educación o huelga, el dilema de Chapingo

OPINIÓN - Jordi Salazar 24/02/2020 Jordi Salazar
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Como bien se ha informado en días pasados, el Comité Ejecutivo Estudiantil de la Universidad Autónoma Chapingo, convocó a la comunidad estudiantil a tomar las instalaciones de la propia institución, alegando el hartazgo de las huelgas que realizan los sindicatos de trabajadores y de maestros, porque según ellos les “ limita” su derecho a la educación, sin embargo, ya sea por ignorancia o negligencia, dicho movimiento carece de sustento y es evidente que fue manipulado por algún astuto con la intención de obstaculizar y descalificar una posible huelga por parte de los gremios que ahí laboran.

Pero, ¿Realmente se vulnera el derecho a la educación? 

He escuchado argumentos de algunos alumnos donde dicen que no es posible que los trabajadores pidan incrementos puesto que ganan muy bien, otros donde mencionan que abusan, pues sus plazas son heredadas, y no faltan aquellos que denuncian que no hacen su trabajo.

Otro motivo es que no pueden detener las actividades pues los alumnos “son la razón de ser de la Universidad “

Así por el estilo es la posición del grupo estudiantil, y es aquí donde viene el gran pero.

Establecido en el Artículo 123, el derecho al trabajo digno, se ha construido a través de las luchas sindicales pues, son históricamente el camino por donde los trabadores de todos los gremios han logrado mejoras en su calidad de vida, estas han sido a través de huelgas que en algunos casos han costado vidas, desaparecidos y encarcelados.

Cierto es que también el derecho a la educación está consagrado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero este derecho también tuvo que ser alcanzado a través de movimientos sociales, encabezados en su mayoría por estudiantes, sin embargo también por sindicatos de trabajadores, en este caso de la educación.

Es importante que si se va a invocar el Artículo 3°, se lea en su totalidad ya que gran parte está dedicado al gremio magisterial, el cual, no hay que olvidar, constituye uno de los sindicatos más importantes del país. 

Es entonces donde hay que entender que ningún derecho está por encima de otro, todos son para que los individuos alcancen libertad plena en todos los aspectos de la vida.

Por otro lado y sin minimizar el hecho de que en efecto hay trabajadores que no realizan su trabajo de forma adecuada, los estudiantes de la UACh también tienen muchas deficiencias; en cuanto al porcentaje de deserción, este alcanza niveles de hasta 50 % tan sólo en el primer año, ya no hablemos de que la cantidad de alumnos que concluyen sus estudios no llega ni al 15 % del total que ingresó, y aquí cabe decir que no todos se titulan, motivos sobran, pero ninguno es por falta de apoyo de la Institución. 

Así pues amigos estudiantes, les recuerdo que para pedir hay que dar, y en su caso tienen mucho que mejorar, pues los contribuyentes invertimos mucho en su educación y no han dado los resultados que el país espera de ustedes.

** Jordi Salazar es apasionado por las letras, las ideas y las imágenes, doctorado en estos temas y amante férvido del Jim Beam. Ha participado en distintos foros de discusión sobre temas políticos y sociales, además de colaborar en diversos eventos culturales de gran relevancia.

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